Cuando se trata de documentos digitales, el formato PDF sigue siendo la referencia indiscutible: universal, fiable, fácil de compartir y ampliamente compatible con todos los dispositivos y programas informáticos. Sin embargo, para la conservación a largo plazo de archivos sensibles (jurídicos, administrativos, patrimoniales), puede ser útil recurrir a una versión más especializada: el PDF/A.
Una versión pensada para el archivo
El PDF/A («A» de «archivable») es una norma ISO derivada del PDF. Ha sido diseñado para garantizar que un documento digital siga siendo legible, completo y fiel a su aspecto original, incluso después de varias décadas.
Para lograr esta solidez, el PDF/A impone ciertas restricciones técnicas: a diferencia del PDF, evita elementos que pueden causar problemas a largo plazo, como contenidos interactivos, dependencias externas o tecnologías evolutivas.
Así, un archivo PDF/A se denomina «autocontenido»: incluye todo lo necesario para su visualización (fuentes, metadatos, etc.) sin depender del software o del entorno de lectura.
PDF estándar frente a PDF/A: ¿qué diferencias hay?
Visualmente, un PDF/A se parece mucho a un PDF clásico. Sin embargo, varias diferencias lo convierten en la opción preferida para el archivo digital:
- Excluye contenidos dinámicos (vídeos, sonidos, formularios interactivos, JavaScript).
- Exige que todas las fuentes estén integradas en el archivo.
- Impone la inclusión de metadatos normalizados.
- Prohíbe el cifrado para garantizar la accesibilidad a lo largo del tiempo.
Estas especificidades no son limitaciones, sino garantías para la perdurabilidad del documento.
¿Cuándo se debe considerar el formato PDF/A?
El PDF/A es especialmente relevante en contextos en los que es esencial la conservación fiable de documentos. Se utiliza a menudo en la administración pública, en profesiones reguladas o para el archivo de documentos con valor legal: contratos, sentencias judiciales, actas notariales, facturas electrónicas, archivos patrimoniales, etc.
Adoptar este formato permite inscribirse en una estrategia de sostenibilidad documental, al tiempo que se anticipan los avances tecnológicos.
Más información: ¿Por qué utilizar la herramienta PDFSmart en el ámbito jurídico?
Hacia una gestión documental sostenible
En un momento en el que las empresas y los particulares se orientan cada vez más hacia la desmaterialización, la cuestión de la conservación digital se plantea con acuidad. El PDF/A no siempre sustituye al PDF clásico, pero constituye una respuesta adecuada a los retos de longevidad, trazabilidad y conformidad normativa.
El PDF: un formato siempre relevante
Sin embargo, no hay que oponer el PDF y el PDF/A. El PDF «clásico» sigue siendo perfectamente adecuado para una gran variedad de necesidades cotidianas. Ya sea para compartir documentos interactivos, integrar enlaces o formularios dinámicos, o simplemente para transmitir archivos fácilmente legibles en todos los dispositivos, el formato PDF sigue siendo muy relevante. Su flexibilidad lo convierte en una herramienta indispensable para la comunicación, la colaboración y la gestión documental cotidiana.